La concejala de Compromiso por SBT renuncia a cobrar por asistir al pleno extraordinario
MasNews -Tras el denso debate y los momentos de tensión que se vivieron ayer lunes, 30 de diciembre, en el pleno extraordinario de la corporación del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, el partido Compromiso por SBT manifestaba su perplejidad ante la insensibilidad del alcalde Marco Aurelio Pérez, su grupo de gobierno PP-AV y la concejala Meli Herrera para con los más necesitados del municipio.
La sesión plenaria fue convocada por los partidos de la oposición NC, PSOE y Compromiso por SBT con la pretensión de aprobar una bonificación para las familias con todos sus miembros en desempleo, que no puedan hacer frente a los impuestos municipales, así como la reducción del IBI y el fraccionamiento sin cargo de los diferentes tributos, alegando la grave situación socioeconómica que afecta a muchos vecinos de San Bartolomé de Tirajana. La propuesta fue rechazada con los votos en contra del grupo de gobierno PP-AV y la abstención de la concejala del grupo de los no adscritos.
Cobrar las dietas
Fueron las manifestaciones del alcalde Marco Aurelio Pérez, apuntando a que el pleno extraordinario lo había convocado la oposición para cobrar las dietas correspondientes, las que provocaron los momentos más tensos, con situaciones pocas veces vistas entre miembros de la clase política. Nos referimos a la concejala de Compromiso por SBT, Sole Pérez López, quien renunció a la asignación económica rompiendo el documento que le acreditaba el cobro. Posteriormente, su partido sentenciaba que la respuesta conservadora es “una muestra más de la política de ahogo a las clases más necesitadas que sufren los recortes de la prepotencia rancia del grupo de gobierno PP-AV”.
Alcalde y psiquiatra
Probablemente, el momento más desagradable de la jornada matutina de la corporación tirajanera fue el protagonizado por una persona que le espetó al alcalde una frase tremenda: “No tengo nada que darle de comer a mis hijos”, pidiendo disculpas a continuación alegando que estaba nervioso por la desesperación que se había apoderado de él. La respuesta del mandatario municipal, escuchada por parte de los presentes, fue “tómese un trankimazin”; gracia de última hora que suponemos no generaría ningún gesto de complicidad o asentimiento.
