Pepe Moreno: “La política se hace de otra manera”
Plantea varias reflexiones críticas sobre la naturaleza de la política local y la evolución de los partidos. Su experiencia destaca problemas comunes en la política, como el desencanto y la desconexión de los principios originales de los partidos políticos.
Uno de los puntos más interesantes es la afirmación de Moreno sobre su salida, señalando que fue una decisión premeditada debido a su incomodidad dentro del grupo. Este hecho revela una tensión interna que posiblemente afecte a más políticos que, como Moreno, sienten que sus ideales ya no están alineados con los de su partido. Aunque él minimiza el impacto de su partida, afirmando que “se va Pepe Moreno, exclusivamente”, este tipo de decisiones suelen tener repercusiones más profundas en el grupo que en la figura individual, dado que la partida de un miembro con experiencia puede provocar crisis de confianza y liderazgo.
Por otro lado, la evaluación de Moreno sobre los resultados electorales de La Fortaleza y su previsión de que los compañeros del partido seguirán trabajando bien, sugiere una aceptación resignada del rumbo político. Aunque menciona que aumentaron en votos desde su fundación, el hecho de que Nueva Canarias y el PSOE hayan desplazado del Gobierno Municipal sugiere un desgaste político. La reflexión de Moreno sobre cómo “la política se hace de otra manera” es una crítica velada al modo de operar del partido, lo que nos lleva a considerar que las diferencias internas sobre cómo se gestionan las prioridades políticas no solo afectarán su decisión, sino que podría estar minando el proyecto colectivo.
Su declaración sobre el alejamiento de los principios fundacionales del partido pone en evidencia uno de los mayores riesgos en las formaciones políticas locales: la erosión de los valores originales a medida que se consolidan en el poder. Este proceso suele generar tensiones entre quienes, como Moreno, valoran la coherencia ideológica, y quienes abogan por la pragmática del poder. Si bien Moreno asegura que su amistad con figuras clave, como Santiago Rodríguez, no se verá afectada, esta separación entre amistad y política refleja la complejidad de las relaciones interpersonales en el ámbito político.
Finalmente, la decisión de Moreno de mantener su acta de concejal y pasar al grupo de “No adscrito” muestra una tendencia creciente entre los políticos locales a desligarse de las estructuras partidistas sin renunciar al poder personal. Esto pone de aliviar la fragilidad de las lealtades partidistas y plantea preguntas sobre la responsabilidad democrática y la representatividad de los cargos públicos, al operar sin una plataforma política clara, solo con un criterio individual.
En resumen, la dimisión de Pepe Moreno no es solo la historia de un concejal que abandonó un grupo político; es un reflejo de las tensiones subyacentes que atraviesan la política local en Canarias, donde las diferencias ideológicas, los desajustes entre valores y realidades, y la fragmentación de los partidos minan la estabilidad de las formaciones políticas.
